¿Siempre olvidando dónde están tus llaves? Enfoque desde la neurociencia
- Mauricio Melgarejo Melgarejo
- 13 feb
- 3 Min. de lectura

El misterio del olvido cotidiano
Todos hemos experimentado ese frustrante momento de buscar desesperadamente nuestras llaves o el mando de la televisión y preguntarnos cómo es posible olvidarlos tan seguido. Lejos de ser meras distracciones, estos episodios son fascinantes vistas al funcionamiento de nuestro cerebro. La neurociencia nos ofrece respuestas contundentes sobre por qué experimentamos estos olvidos diarios y cómo podemos gestionar mejor nuestra capacidad de recordar las cosas más básicas de nuestra rutina.
Causas del olvido: una mirada al interior de la mente
Falta de atención, el relámpago de lo cotidiano: Nuestros cerebros son como linternas, solo iluminan lo que les interesa. Si no enfocamos suficiente luz —es decir, atención— en una tarea tan simple como dejar las llaves en una mesa, esta información probablemente no se almacene correctamente en nuestra memoria. Así como un fotógrafo se esmera en capturar el detalle, nuestra mente necesita concentrarse para recordar.
Multitarea, el mito del cerebro multifuncional: Aunque creemos dominar la habilidad de manejar múltiples tareas a la vez, la realidad es que nuestra atención es limitada. Intentar hacer varias cosas simultáneamente puede ser como darle demasiadas bolas a un malabarista; inevitablemente, alguna caerá. La memoria se resiente cuando dividimos nuestra atención, haciendo más fácil que situaciones simples, como recordar dónde pusimos algo, se nos escapen.
Estrés y fatiga, el peso de la modernidad: En el mundo actual, lleno de prisas y preocupaciones, el estrés se ha convertido en un compañero constante. El agotamiento emocional y físico funciona como la neblina que oculta un sendero clarividente, impidiendo a nuestro cerebro funcionar óptimamente y afectando su capacidad para formar y mantener nuevos recuerdos.
Mecanismos cerebrales: las bases del recordar
Hipocampo: el arquitecto de los recuerdos
Como un archivero diligente, el hipocampo juega un papel esencial en la creación de nuevos recuerdos. Cuando su funcionamiento se ve alterado, nuestra habilidad para registrar-nuevas experiencias se dificulta, dejándonos vulnerable al olvido.
Corteza prefrontal: el maestro de ceremonias
Responsable de la planificación y organización, la corteza prefrontal también fortalece la habilidad de enfocar nuestra atención y administrar la memoria a corto plazo. Sin su correcta participación, incluso las más simples tareas cotidianas pueden convertirse en un desafío de memoria.
Consejos para mejorar la memoria: estrategias para el éxito diario
Crear rutinas: la danza del orden personal: Designar un lugar fijo para cada objeto es como dar un hogar estable a lo que usamos a diario, lo que reduce las ocasiones de confusión.
Mindfulness: atención plena para el cerebro: Practicar la atención plena no solo calma la mente, sino que también agudiza la concentración, volviendo más efectivas nuestras captaciones cognitivas.
Descanso y manejo del estrés: Dormir bien es como cargar las pilas de un dispositivo, asegurando que funcione a su máxima capacidad. Controlar el estrés libera espacio mental para que la memoria pueda operar sin trabas.
Embarcándonos en un camino hacia una mejor memoria
El olvido cotidiano es la convergencia de varios factores que impactan nuestra capacidad de atención y memoria. A través de hábitos sencillos y la comprensión de cómo nuestro cerebro procesa la información, podemos mitigar estas fallas. La neurociencia no solo explica, sino que guía; ofreciendo herramientas para preservar y fortalecer nuestras capacidades cognitivas en el día a día. Ahora que sabes por qué sucede y cómo manejarlo, te invitamos a compartir tus experiencias, probar nuevas estrategias y reflexionar sobre este fascinante aspecto de la mente humana (La Gaceta, 2023).
La Gaceta. (2023). Por siempre olvido dónde dejé mis llaves: Explicaciones desde la neurociencia. Recuperado de https://www.lagaceta.com.ar/nota/1068543/sociedad/por-siempre-olvido-donde-deje-mis-llaves-explicaciones-desde-neurociencia.html
Comments